El homenaje de Marcos Granda
Desconocido y arcaico es el origen del vino, por ello, la existencia de la vid ha sido argumento en mitos y leyendas como misterio común a todas las civilizaciones antiguas.
La vid
La hierba de la vida.
La vid, símbolo sagrado en los cultos antiguos que ha traspasado las raíces de todas las culturas. Símbolo de abundancia y sabiduría. Madre de la bebida más antigua conocida.
El vino
el elixir de la vida.
El vino, elemento fundamental en celebraciones y ritos. Símbolo de la alegría y la fiesta, pero también del conocimiento. Emblema de la liberación del espíritu y el gozo.
Y CLOS es un homenaje a él.
Marcos Granda es restaurador. Sus cuatro establecimientos galardonados no dejan lugar a la duda.
Pero Marcos, ante todo, es sumiller. Y de la mano de este experto en vinos nace esta bodega convertida en restaurante con la humilde intención de honrar su cultivo, su agricultura y su producción.
Porque más allá de mitología y simbolismo, la vid, la uva, los viñedos, la vendimia y el vino son sinónimo de tradición, de trabajo duro, pero trabajo bien hecho, de naturaleza, de sacrificio, de esfuerzo y de la búsqueda de la excelencia en el resultado.
Al igual que Marcos Granda y su equipo, que hacen suyos esos atributos en sus servicios diarios como reconocimiento a todas aquellas personas encargadas de cuidar de nuestro tesoro más preciado: la tierra que nos da bien de comer y bien de beber.
Así como la calidad del vino depende directamente de la calidad de su uva, la calidad de CLOS está supeditada a la de sus proveedores. Conformando una familia de productores nacionales elegidos por la excelencia de sus productos y del cuidado de su medio.
La misma disciplina que se exige para la elaboración de un buen vino que haga el deleite de los paladares, se practica en CLOS para ofrecer una experiencia perfecta que consiga la completa satisfacción de sus comensales.
Y volviendo al simbolismo, CLOS nace como una celebración de la vida y de sus placeres.